Melasma, embarazo y tonos de piel más oscuros: ¿qué debes hacer?
El melasma, una afección cutánea común que se caracteriza por manchas marrones o grises en la cara, suele asociarse con el embarazo. Si bien cualquier persona puede desarrollar melasma, ciertos factores como la genética, el tono de piel y la exposición solar pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta afección.
Las personas con tonos de piel más oscuros son más propensas a desarrollar melasma durante el embarazo, al igual que aquellas con antecedentes familiares de esta afección. El melasma también puede desencadenarse por cambios hormonales y ciertos medicamentos.
Si bien no es posible prevenir por completo la aparición del melasma durante el embarazo, existen medidas que se pueden tomar para minimizar su gravedad. Estas incluyen evitar la exposición prolongada al sol, usar un sombrero de ala ancha al aire libre y buscar sombra durante las horas más calurosas del día.
Además de la protección solar, usar productos para el cuidado de la piel con ingredientes como vitamina C, niacinamida o ácido azelaico puede ayudar a aclarar y unificar el tono de la piel. Si desarrolla melasma durante el embarazo, consulte con un dermatólogo para determinar el mejor tratamiento.
Aquí se presentan productos seguros para el embarazo para tratar el melasma durante y después del embarazo. 